viernes, 20 de mayo de 2011

No me chilles, que no te veo


No me chilles, que no te veo, fue estrenada en 1989, dirigida por Arthur Hiller y protagonizada por Richard Pryor, Gene Wilder, Joan Severance, Anthony Zerbe, Kevin Spacey.

No me chilles, que no te veo es una delirante y divertida Comedia con dos de los mejores actores cómicos de los años ochenta, Richard Pryor y Gene Wilder, dan vida a un ciego y un sordo empeñados en ocultar sus limitaciones físicas ante la sociedad y cuyos destinos se unirán cuando sean testigos involuntarios - y cada uno a su modo - de un asesinato. A partir de ese momento habrán de convertirse por fuerza en un equipo complementario recíprocamente, que nos dejará en la retina escenas de lo más desternillantes (como por ejemplo, su paso por la comisaría como sospechosos).

Hay que añadir, además, la presencia de dos asesinos estupendos interpretados por un casi debutante Kevin Spacey y especialmente por la morenaza playmate Joan Severance.

Esta película para mi gusto esta entre las mejores comedias que se estrenaron en los años ochenta, es una de las pocas comedias que cuando la vuelves a ver consigue hacerte reír como si la vieras por primera vez, cosa que sucede muy pocas veces.

Wally es un ciego que tras tratar infructuosamente de ganar dinero apostando en las carreras de caballos, se ve obligado por su hermana a buscar un trabajo. En esa búsqueda encuentra dos cosas que cambiarán su vida: Dave, un sordo que se convertirá en su mejor amigo, y un asesinato. A partir de entonces, y ante la creencia de la policía de que ellos han sido los culpables de dicho asesinato, los dos amigos se ven en la tesitura de huir de la justicia y tratar de desenmascarar al verdadero asesino.

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