miércoles, 18 de mayo de 2011

Mad Max 2 - El guerrero de la carretera


Tras el éxito en 1979 de la película Mad Max llegaba a las pantallas Mad Max 2, el guerrero de la carretera estrenada en 1981 dirigida por George Miller y protagonizada por Mel Gibson, Bruce Spence, Vernon Wells, Mike Preston, Virginia Hey, Kjell Nilsson.

Las películas de Mad Max pusieron de Moda el cine Post-apocalíptico sobre todo a partir de esta segunda parte, donde nos muestra un mundo desolado, desértico en el que las peligrosas bandas de motoristas y guerreros de todo pelaje se despedazan entre sí por un tanque de gasolina.

Pese a tratarse de una secuela, Mad Max 2 deparó a los aficionados una de las más gratas sorpresas de la temporada, combirtiendose para muchos (en lo que me incluyo yo mismo), en la mejor entrega de la saga.

La gran carrera al final de Mad Max 2 es una de las escenas de persecuciones de vehículos mas bestia y salvaje que se han rodado y mas tomamos en cuenta la tecnología de efectos especiales que había en dicha época, 1981, se darán cuenta del portento técnico desplegado para su realización.

Tras el holocausto nuclear, la gasolina se ha convertido en un bien escaso y muy codiciado. Mad Max, héroe solitario, inicia una lucha sin cuartel para ayudar a una colonia de supervivientes constantemente atacada por un grupo de violentos guerreros que intenta arrebatarle un tanque de gasolina. Max decide ayudar a los defensores del tanque utilizando un enorme camión como trampa. La banda de guerreros persigue al camión, pensando que transporta miles de litros de gasolina.

1 comentario:

  1. "Mad Max II" significó un gran acontecimiento en los albores de mi adolescencia, pues jamás había presenciado un espectáculo cinematográfico tan visceral e impactante. Mi fascinación fue tal que se ha llegado a convertir en la película que más veces he visto, y lejos de perder el interés puedo decir que continúa atrapándome como el primer día, seguramente como a todos aquellos que tuvieron el placer de disfrutarla en el momento de su estreno.

    Ateniéndose a los cánones más tradicionales del "western", Miller construye una aventura de ritmo trepidante en cuya desquiciada atmósfera la violencia, que será expuesta de forma áspera y cruda, adquiere un significado más allá del mero efectismo. Pero a pesar de toda esta brutalidad presente, acompañada de la nostalgia por un pasado mejor, también se aboga por la esperanza, por hallar un camino hacia la salvación...en el que, por supuesto, no hay sitio para Max, quien en última instancia toma parte en la lucha final por venganza, el único motivo que, al igual que Wez (cada uno imagen especular o proyección del otro), le empuja a actuar.
    Los constantes enfrentamientos entre ambos bandos, con el protagonista mediando entre ellos, derivarán en un último tramo lógico que será la esperada batalla sobre la autopista, donde Miller bombardea nuestros sentidos con un encarnizado y contundente espectáculo que nos sacude hasta en las mismísimas entrañas, dejándonos exhaustos al final del camino, por lo que la obvia linealidad argumental planteada no afecta en conjunto a la película, que suple sus carencias narrativas con un poder visual del todo arrollador y unas maravillosas virtudes técnicas.

    Adoptando la fuerza y la tendencia al mutismo de los clásicos antihéroes del cine (sobre todo los del "western"), Mel Gibson se muestra implacable en la piel de un Max Rockatansky que, al volante de su Ford Falcon, se lanza a la carretera con el único objetivo de sofocar su odio, mitigar su rabia y tocar el fondo de su propia violencia para finalmente resurgir de las cenizas y el duelo; la iconografía y el carácter del personaje alcanzarían aquí su culminación. A su sombra destacan unos buenos secundarios como ese enloquecido Vernon Wells, un Kjell Nilsson transformado en uno de los villanos más aterradores del cine, un Bruce Spence que hace las veces de contrapunto cómico y el pequeño Emil Minty como el niño salvaje.
    Fábula épica que cabalga a medio camino entre un "western" sádico y degenerado y un futuro apocalíptico de aberrante imaginería cercana a la del cómic. La influencia de "Mad Max II" se dejaría sentir tanto en el universo cinematográfico, donde supuso una auténtica revolución, como en la ficción en general, trascendiendo su mitología el paso del tiempo y de las generaciones...

    ¿Y qué fue del Guerrero de la Carretera? Aquella fue la última vez que le vimos...
    ahora solamente vive en nuestros recuerdos...

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