domingo, 26 de julio de 2015

Indiana Jones y la última cruzada


Indiana Jones y la última cruzada estrenada en 1989, dirigida por Steven Spielberg y esta protagonizada por Harrison Ford, Sean Connery, Alison Doody, Denholm Elliott, John Rhys-Davies, River Phoenix, Julian Glover, Michael Byrne, Kevork Malikyan, Robert Eddison, Alexei Sayle, Richard Young, J.J. Hardy, Bradley Gregg, Andre Gregory, Michael Sheard, Isla Blair, Vernon Dobtcheff, Pat Roach.

Probablemente la película de Indiana Jones más querida por la audiencia, "La última cruzada" logra poner un broche de oro a la trilogía del arqueólogo y erudito en historia Harrison Ford, y lo hace volviendo a la fórmula utilizada aquella primera vez que se nos presentó el personaje al mundo: nazis como enemigos, vuelta de personajes secundarios como Rhys Davies y Denholm Elliott, un aire más para toda la familia (alejándose de la oscuridad de la extraña, pero no por ello peor, segunda parte) y parajes desiertos rodados en la ciudad española de Almería.

Hablar de "Indiana Jones y la última cruzada" es hablar de la confirmación total y absoluta del cine de aventuras, si bien hay que quitarle algo de mérito al prácticamente copiar todos los elementos de "En busca del arca perdida" (cubriéndose así las espaldas, tras la no tan buena recepción de la segunda), sustituyendo ésta por el cáliz de Cristo.

No obstante, esta última cruzada cuenta con varios elementos que juegan a su favor: en el ya clásico prólogo al estilo de las películas de James Bond, Spielberg nos adentra junto a dos boy-scouts en una gruta de los parajes de Utah. Al parecer, Indiana se encuentra realizando una excavación aquí, de la que extrae una ostentosa cruz. En una secuencia de una brillantez asombrosa, bajo el sombrero de fedora se nos es revelada una cara que no conocemos, y la cámara se vuelve a los dos chicos al tiempo que uno de ellos llama al otro por su nombre: Indiana. Prólogo de hecho, pero a su vida. El póstumo River Phoenix se encargó de dar vida a un jovencísimo Indy, en este prólogo en que se nos cuenta como Indiana consigue su sombrero, cómo se hace la cicatriz de la barbilla al usar por vez primera un látigo, y el porqué de su fobia a las serpientes.


Esta entrega ahonda también en el pasado del personaje mediante su padre, un Sean Connery en estado de gracia interpretando al también profesor y arqueólogo obsesionado con la búsqueda del Santo Grial Henry Jones. Es sin duda el gran acierto de la saga, traer al que fuera el mejor James Bond (que en cierto modo fue padre de Indiana, al inspirar las películas) para dar mayor profundidad al personaje de Ford. La química entre ambos actores nos regala dosis de auténtico humor entrelazadas con un sentimentalismo nada gratuito ni empalagoso. Y conformando el frente enemigo a ambos doctores Jones, una Alison Doody y un Julian Glover de dudosas intenciones en cuanto a la búsqueda del Grial.

Una cinta de acción, aventuras, fantástica, mística, poderosa, "Indiana Jones y la última cruzada" nos regala un vibrante final en que la búsqueda del Grial queda relegada a un segundo plano convirtiéndose en la búsqueda del ser que todos llevamos dentro. Una serie de pruebas al estilo del comienzo de la primera parte abren el camino a la copa donde bebió Cristo en la última cena. La relación entre padre e hijo se va cerrando en un perfecto círculo en que la salvación de cada uno depende del otro. Y en un inmejorable plano final (en que descubrimos el verdadero nombre de Indy), cuatro jinetes cabalgan hacia la puesta de sol, al tiempo que en nuestros oídos resuenan los ya míticos compases tan característicos de esta aventura, que, en muy poco tiempo, volverá a continuar.
Sinopsis: En esta tercera entrega, el padre del protagonista (Harrison Ford), Henry Jones, también arqueólogo (Sean Connery), es secuestrado cuando buscaba el Santo Grial. Indiana tendrá que ir a rescatarlo y, de paso, intentar hacerse con la preciada reliquia, que también ambicionan los nazis.
 

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